Hay tres tabúes cuando se trata de pintar: en primer lugar, se supone que no se debe pintar durante la medianoche, ya que es más fácil atraer a los espíritus malignos durante la noche; en segundo lugar, no debéis atraer los ojos ya que pueden quitaros el alma; Por último, no puedes imaginarte fantasmas, ya que te perseguirían. Un pintor recién llegado a la ciudad se negó a creer en el mito y dibujó día y noche para crear sus cuadros. Poco después empezaron a suceder cosas raras en su casa.