Ahogado en las profundidades de la depresión y la tristeza, ardiendo de ira y encadenado por el alcoholismo, Jonathan ya no pudo más. Después de la pérdida de su padre cuando era niño, enfrentándose a innumerables escenas de muerte horribles en el cumplimiento del deber, y la muerte de su hijo, Jonathan buscó respuestas en el mundo y solo encontró oscuridad. Ante la amenaza de perder todo lo que le queda, Jonathan recurre a la fe y encuentra esperanza y redención.