Durante años Takumi ha entregado en su Toyota AE86 el tofu que elabora su padre. Esto no solo lo ha convertido en un buen conductor, sino que le ha servido para perfeccionar su arte del driffting. Una noche lo desafían a correr contra un GTR y la inesperada victoria final despierta al dios de las carreras que corre por sus venas. Ahora, su nieva fama lo lleva a peligrosas carreras con pilotos profesionales que aspiran a vencerlo.