El sueño de Currito de la Cruz es convertirse en torero. Cuando consigue la oportunidad de torear por primera vez, conoce a Carmona, un torero de renombre retirado a quien consigue fascinar. Como su protegido, Currito empieza a hacerse famoso. Al mismo tiempo, Currito se enamora de Rocío, la hija de Carmona, pero su amor no es correspondido, ya que ella ama a Ángel Romera, otro torero.