La hija de Amy (Molly Parker), una enfermera separada, ha desaparecido. Mientras la policía investiga el caso, Amy recibe una llamada del secuestrador. El misterioso hombre manda a Amy matar a un paciente del hospital a cambio de mantener con vida a la pequeña, y todo ello a espaldas de la policía. Es entonces cuando descubre que la persona a la que tiene que asesinar es un periodista que está a punto de revelar un importante hallazgo.