En su breve estancia en España, Carlos, el primogénito de una pudiente familia italiana, se casa con Elena, una modesta artista del género cómico. Cuando Carlos regresa a su patria, muere en un accidente de aviación. De este matrimonio nace una niña: Marisol. El conde D’Angelo rehúsa aceptar como nieta a la que legítimamente lo es. Elena corresponde con dignidad, negándose a aceptar ayuda, excepto la educación de su hija. Así pasan unos años, hasta que el abuelo reclama a su nieta para disfrutar de unas vacaciones en Italia.